planificacion fiscal

Si eres autónomo o PYME, seguro que te preocupa eso de optimizar los costes para pagar lo mínimo posible. Por ello, desde Asesoría PYB queremos hablarte de la planificación fiscal. Y te preguntarás, ¿qué es este término y por qué es tan importante? Como seguramente imaginas, se basa en planificar los costes fiscales para mejorar en las cuentas del negocio.

 

Planificación Fiscal para autónomos y Pymes

Para realizar una correcta planificación fiscal en tu negocio, antes de nada debes saber que hay distintos tipos de impuesto a los que los autónomos y empresas hacen frente: IRPF, IVA y el impuesto de sociedades. En base a tus necesidades, tienes la obligación de presentar estos impuestos frente a la agencia tributaria.

Ahora que conoces los impuestos, también debes anotar las fechas para hacerte una aproximación de cuando te toca cada ‘cosa’. Así aproximadamente, la declaración trimestral del IVA y el IRPF se realizan hasta el 20 de abril, 20 de julio, 20 de octubre y 30 de enero.

En el caso de impuesto de sociedades, hasta el 20 de abril, 20 de octubre y 20 de diciembre. Mientras que la declaración trimestral de retenciones e ingresos a cuenta, hasta el 20 de enero, 20 de abril, 20 de julio y 20 de octubre.

Claro que, estas no son las únicas fechas importantes a destacar. La declaración del resumen anual que se realiza en enero también es fundamental, así como la declaración anual de IRPF entre el 2 de mayo y el 20 de junio, la anual de Sociedades hasta el 25 de julio con fecha límite y la anual de operaciones con terceros entre el 1 y el 28 de febrero.

A pesar de que la carga de presentación de impuestos es elevada y no parece que vaya a reducirse, si hay cosas que puedes hacer para no notarla tanto. Por ejemplo, una buena planificación fiscal puede ayudarte mucho. ¿Cómo? Por medio de estrategias para minimizar costes tributarios.

Estrategias para minimizar los costes

 

La planificación fiscal no puede ser igual para todas las empresas o autónomos, dado que depende de cada negocio. Asimismo, también debe actualizarse, personalizarse e ir un paso por delante. Entonces, ¿por dónde empezar?

  1. Tu empresa: el punto nº1 para planificarte correctamente, es conocer las necesidades de tu empresa, porque cada sector está vinculado a unos determinados impuestos.
  2. Deducciones: conoce todas las deducciones vinculadas a tu actividad, no solamente las actuales, sino también las futuras. Es importante que vayas un paso por delante siempre, para pagar lo mínimo posible (deducirte lo máximo posible). Si no quieres estar pendiente o no tienes tiempo, siempre puedes dejarlo en manos de una asesoría.
  3. Contabilidad digital: en los tiempos que corren, tener toda la contabilidad en el ordenador por medio de un software es una gran ayuda, dado que te permite automatizarlo y ahorrar tiempo y dinero. También, es una manera segura de acceder a todas tus facturas y de no perder nada.
  4. Pagos fraccionados: uno de los aspectos fundamentales de una buena planificación fiscal pasa por los pagos fraccionados. Es importante que te anticipes para cumplir con tus obligaciones fiscales.

La clave de una buena planificación fiscal también pasa por contar con una asesoría de confianza. ¿Hablamos?

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