Si eliges ser autónomo no tardes en comunicar el alta a la Seguridad Social
El trabajo por cuenta propia es una opción cada vez más elegida por muchas personas que quieren emprender su propio negocio o desarrollar su actividad profesional de forma independiente. Sin embargo, ser autónomo implica cumplir una serie de requisitos y obligaciones legales, fiscales y laborales que conviene conocer antes de iniciar la aventura.
Uno de los trámites más importantes que debe realizar todo aquel que quiera ser autónomo es el alta en la Seguridad Social, que le permitirá acceder a las prestaciones y servicios que ofrece este organismo. En este artículo te explicamos qué debes hacer para darte de alta como autónomo, qué plazos y condiciones debes tener en cuenta y qué ventajas e inconvenientes tiene esta forma de trabajo.
¿Qué es el alta en la Seguridad Social?
El alta en la Seguridad Social es el acto administrativo por el que se reconoce la inclusión de una persona en el sistema de la Seguridad Social, asignándole un número de afiliación y un régimen especial según su actividad. En el caso de los autónomos, el régimen al que deben afiliarse es el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
El alta en la Seguridad Social implica el reconocimiento de los derechos y deberes de los autónomos, como el pago de una cuota mensual, la cobertura de las contingencias comunes y profesionales, el acceso a las prestaciones por jubilación, incapacidad, cese de actividad, etc. Además, el alta en la Seguridad Social es un requisito indispensable para poder darse de alta en Hacienda y emitir facturas.
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¿Cómo y cuándo darse de alta como autónomo en la Seguridad Social?
Para darse de alta como autónomo en la Seguridad Social hay que cumplir una serie de requisitos y seguir unos pasos que te detallamos a continuación:
- Requisitos: Para poder darse de alta como autónomo hay que tener al menos 18 años, ser español o extranjero con permiso de trabajo y residencia, y realizar una actividad económica por cuenta propia de forma habitual, personal y directa, con independencia de los ingresos que se obtengan.
- Pasos: El primer paso es solicitar el alta en el RETA a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, mediante certificado digital,
Cl@ve o SMS. También se puede hacer de forma presencial en la oficina de la Tesorería General de la Seguridad Social que corresponda, presentando el modelo TA.0521 y la documentación requerida. El segundo paso es elegir la base de cotización, que determinará el importe de la cuota y de las prestaciones. El tercer paso es elegir la mutua colaboradora que cubrirá los riesgos profesionales y, en su caso, las coberturas opcionales. El cuarto paso es facilitar una cuenta bancaria para domiciliar el pago de la cuota y, si procede, autorizar la devolución de cuotas.
Plazos: El plazo para darse de alta como autónomo en la Seguridad Social es antes de iniciar la actividad, con una antelación máxima de 60 días. Si se da de alta después de empezar la actividad, se considerará fuera de plazo y se perderá el derecho a las bonificaciones y se podrán aplicar recargos e intereses.
¿Qué ventajas e inconvenientes tiene ser autónomo?
Ser autónomo tiene sus pros y sus contras, que conviene valorar antes de tomar la decisión. Algunas de las ventajas e inconvenientes de ser autónomo son las siguientes:
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Ventajas: Ser autónomo implica tener libertad horaria y flexibilidad para organizar el trabajo, ser el propio jefe y tomar las decisiones, ganar más dinero según el rendimiento y la demanda, desgravar el IVA de los gastos relacionados con la actividad, acceder a bonificaciones y ayudas para el fomento del autoempleo, etc.
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Inconvenientes: Ser autónomo también supone asumir una serie de riesgos y dificultades, como tener que afrontar impuestos y Seguridad Social independientemente de los ingresos, navegar por la burocracia y cumplir con las obligaciones legales, responder con el patrimonio personal ante las deudas, no tener los beneficios de los trabajadores por cuenta ajena (vacaciones pagadas, pagas extras, baja incondicional, etc.), depender de la demanda y la competencia, etc.
Como ves, ser autónomo tiene sus luces y sus sombras, y requiere de una serie de trámites y condiciones que debes conocer y cumplir. Por eso, si eliges ser autónomo no tardes en comunicar el alta a la Seguridad Social, ya que es el primer paso para iniciar tu actividad con garantías y seguridad.
Conclusión
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) es el conjunto de normas que regulan las obligaciones de los trabajadores por cuenta propia o autónomos frente a la Seguridad Social. Los autónomos deben afiliarse al RETA y pagar una cuota mensual que les da derecho a las prestaciones y servicios que ofrece la Seguridad Social, como la jubilación, la incapacidad, el cese de actividad, etc. El RETA se aplica a todas las personas que realizan una actividad económica de forma habitual, personal y directa, sin estar sujetas a un contrato de trabajo12. También se incluyen en el RETA los profesionales que se incorporan a un colegio profesional, los autónomos extranjeros que residen y trabajan legalmente en España, los escritores de libros y los trabajadores autónomos económicamente dependientes1. Dentro del RETA hay un sistema especial para los trabajadores por cuenta propia agrarios, que tienen unos requisitos y condiciones específicos1. Para darse de alta en el RETA hay que solicitarlo a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social o en la oficina de la Tesorería General de la Seguridad Social que corresponda, antes de iniciar la actividad o con una antelación máxima de 60 días12. También hay que elegir la base de cotización, la mutua colaboradora y la cuenta bancaria para el pago de la cuota2. Ser autónomo tiene ventajas e inconvenientes, que hay que valorar antes de tomar la decisión. Algunas de las ventajas son la libertad horaria, la flexibilidad, la independencia, la posibilidad de ganar más dinero, las bonificaciones y ayudas para el autoempleo, etc. Algunos de los inconvenientes son el pago de impuestos y Seguridad Social independientemente de los ingresos, la burocracia, la responsabilidad ilimitada, la falta de beneficios laborales, la inestabilidad, la competencia, etc
